Transcripción de una conferencia.
Buenas noches, hoy quisiera referirme a un animal que trabaja de bueno.
Lo ha dibujado Picasso desde que era niño, su propio padre era afecto a este ave, y no lo dejaba tranquilo hasta que el niño Picasso lograba delinearla perfecta; tan diferente a la que dibujó de grande, esa famosa paloma gorda y hecha así nomás, con la llenó de posters y remeras el mundo.
Antes de descubrir América, Cristóforo Columbus ya era amante de las palomas; ¡Obviamente! ya que su apellido, “columbus”, significa “paloma” en latín, es por ello que quizá tuvo esa vocación de mensajero, llevando en sus puños cerrados, ese mensaje de paz, que los reyes de España le ordenaron que descerrajara sobre el nuevo continente.
Una primera aproximación a la categorización de la calaña de las palomas, sería la de ese hecho público que nadie ha dejado de observar: ¿Conocen ustedes a alguna paloma que respete a nuestros próceres?; ¿Han visto alguna vez a una paloma que no ataque con sus jugos gástricos, con sus efluentes cloacales, a nuestros beneméritos hombres en el bronce? ¡Miles de San Martines! ¡De Belgranos! son atacados impunemente por estas apátridas con alas.
(El disertador, con nacional indignación, pega con un puño en el pupitre de la conferencia, haciendo que casi se caiga el vaso de agua; lo ataja, lo sostiene un segundo, toma un trago, se recompone, y sigue con su charla esclarecedora)
…
Pero no nos vayamos por las ramas de olivo, y avoquémosnos, con la verdad como faro, a la especie Columbidae:
Nuestro guía, el doktor Konrad Lorenz, (Viena 1903, Austria 1989) fundador de la Etología, ciencia que se ocupa en observar el comportamiento (bueno o malo) de los animales; tenía una anécdota que contaba en los asados, pero que también había escrito en un libro muy serio de divulgación científica, llamado “Palomas y Palometas, ¿Cuál es la peor de las dos?”.
Su teoría es simple, y concuerdo con ella plenamente, la paloma es la especie más sanguinaria que existe; “¿Y entonces las palometas que son, maestro?” me han preguntado mis alumnos cuando refería el libro del gran Lorenz:
Lo explicaré de la siguiente manera: si usted toma una vaca, y mediante algún método seguro, para usted, la introduce en un río lleno de palometas; ¿Qué hace este noble pez que sufre de tanta mala prensa? Pues se la come cooperativamente en 11/12 minutos; porque, después de todo, está defendiendo su territorio, su lugar, su país digamos. Desde su punto de vista palometal, ¿Qué tenía que hacer esa vaca jugosa allí, en su río?; es cierto que a esa vaca la hemos introducido nosotros mismos en pos de la ciencia, pero no olviden que miles de desaprensivas e irrespetuosas vacas se meten cada año en ríos que pertenecen a la nobles palometas.
-¿Y las palomas Maestro? - me han preguntado mis queridos alumnos, a los que he respondido:
Respecto a las palomas, yo mismo he repetido el experimento hecho por el gran Doktor Lorenz: Coloque usted diez palomas en una jaula cúbica de 33 cm. de lado, y podrá apreciar enseguida el siguiente hecho: cuando dos palomas tienen un diferendo, una pequeña discusión ¿Qué hace una de ellas? se pone hablar mal de la otra, buchonamente y por lo bajo, y las demás se dejan convencer enseguida por esa sorda diatriba de baja calaña, como quien dice; se dejan llenar la cabeza, ¿Y saben qué empieza a suceder?...¡Pic! pasa una y le pega un pequeño picotazo a la paloma difamada, luego pasa otra y como quién no quiere la cosa ...¡Pic!, otro pequeño picotazo y sigue su camino, y así una tercera, cada una de la nueve van tomando de punto a una de ellas, y cada una colabora con un picotazo de su pequeño pero agudo pico; puedo asegurarles que la paloma víctima de esa estigmatización tarda, en promedio, entre 12 y 14 horas en morir desplumada y desangrada; luego de recibir una media de entre 40 y 55 picotazos por minuto.
…
Discúlpenme respetable público, pero si esto no les demuestra lo sanguinarias, amorales y abyectas que pueden ser estas…estas…
(En ese momento al conferencista se le quebró la voz, y se retiró rápidamente del escenario, no se sabe si tomado por la indignación, o el espanto.)
A.S
Grosos. Saki
Conradin tenía diez años, y la opinión profesional del médico es que no viviría otros cinco. El médico era zalamero e inepto, y no valía gran cosa, pero su opinión era respaldada por la señora De Ropp, que valía para casi todo. La señora De Ropp era prima y tutora de Conradin, y representaba para él, esas tres quintas partes del mundo que son necesarias, desagradables, y reales; las otras dos quintas partes, en perpetuo antagonismo con las anteriores, se resumían en él y su imaginación.
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