A la mamá de Gonza le gusta hablar por teléfono.
Y a Gonza le gusta subirse a las escaleras (y las cucarachas).
Gonza no se porta mal, es obediente y su papá es pintor de casas.
El otro día, cuando su mamá comenzó a charlar por teléfono, Gonza fue y le pidió algo; como ella no le respondió, él supo entonces que podía subirse tranquilo a algunas de las cuatro escaleras que había en el patio de la casa.
La semana anterior, desde arriba de la escalera azul, había visto pasar una cucaracha que salió de la rejilla del patio, parecía un autito negro visto desde el balcón de su tía.
Cuando a su mamá se le cortó la comunicación, ella salió al patio y lo encontró a Gonza, feliz, allá arriba de la escalera azul.
-¡Te vas a caer !- exclamó.
Y como Gonza es un chico muy obediente, se cayó.
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3 comentarios:
¡ Ay!!! ¿ Quién no ha quedado algo abollado por los cuidados maternos?
Así es Eleonora, los mandatos son poderosos...
Me gusta tu humor fino e inteligente. ;-)
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