En el acto del 12 de octubre me toca hacer de indio, en el escenario, el que hace de Colón me tiene que dar unas bolitas de vidrio y yo se las cambio por una cosas de oro, que en realidad son de papel glasé dorado.
Al final todos aplauden (a Colón y a los indios).
En el siguiente recreo estoy disfrutando de un alfajor, cuatro chicles y un par de figus difíciles que cambié por las bolitas de Colón; cuando justo veo que se aproxima el dueño de las bolitas, creo que con intenciones de colonizarme...
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