Milquinientostreinta
Andrés tiene milquinientostreinta chimpancés; así que se levanta todas las mañanas muy temprano, llueva, truene, o esté nubladito; a servirles el desayuno a sus milquinientostreinta mascotas.
Así dicho, parece fácil.
Cualquiera puede servir en un santiamén, milquinientostreinta leches chocolatadas con sus milquinientostreinta tostaditas untadas con manteca, con otros milquinientostreinta pancitos con dulce de leche.
Pero hay un problema: ninguno de sus simios desayuna lo mismo.
A trescientos veinte, les gusta la leche calentita, pero no mucho.
A doscientos cuarentaidos también, pero con dos cucharaditas de azúcar.
Trescientos treintaiuno exigen leche chocolatada fría, sin azúcar.
Doscientos trece también, pero con muchísimo chocolate.
Los cuatrocientos veinticuatro restantes quieren la leche sola, tibia, y con tres cucharadas de azúcar.
De los que les gusta la leche sola, ciento cuarenta piden pan con manteca, pero sin tostar; por suerte quieren lo mismo doscientos treinta de los que toman chocolatada fría.
En cambio prefieren la tostadita blandita y con dulce de leche, ciento cuarentaidos chimpancés de los que toman leche calentita pero no mucho, y noventaiocho de los que la exigen con mucho chocolate.
¿Empiezan a imaginarse porque Andrés se levanta tan temprano?
Para cuando termina de servir, levantar la mesa y lavar las milquinientastreinta tacitas, (todas con dibujitos diferentes), ya se hizo la hora del almuerzo.
En realidad, Andrés no tiene milquinientostreinta chimpancés.
Milquinientostreinta chimpancés lo tienen a él.
Por suerte, en el almuerzo, la merienda, y la cena, sólo comen bananas.
sinFIN…
A.S
Me dijeron que en el
REINO DEL REVÉS,
un señor llamado ANDRÉS;
tiene milquinientostreinta
chimpancés, que si miras no los ves...
M.E.W
(Este cuento era sólo un cuento; hasta que mis amigos Viviana Bilotti y Ariel Cortese sí que los vieron, y crearon un libro álbum a cuatro manos (cuatro ojos, dos cerebros, un alma y un corazón. Que este libro aún sea muy inédito, no es impedimento para que esta manga de monos vivan allí, felices)
Para ver alguito, en el blog de Ariel Cortese, sección Ilustración (claro que tener en las manos la maqueta es una experiencia primate de primera, casi que huele a bananas)