La Reprodución

La primera vez que Adán vio a Eva se descostilló de la risa: le pareció que a ella le sobraban algunas cosas y le faltaban otras.
Porque la primera reproducción fue a través de una costilla.

Después les dijeron: “Creced y multiplicaos con el sudor de sus frentes”; porque en el Paraíso siempre hacía calorcito.

Pero parece que no les había dado las instrucciones sobre cómo había que hacer para multiplicarse; y a Eva la convencieron de que era haciéndose la pícara, o sea comiendo del fruto prohibido. Enseguida se peinó bonito y le llevó la manzana a Adán,y le mostró, mientras abanicaba sus pestañas, que ella ya le había dado una mordidita; así que Adán se terminó tentando y le pegó una mordida (a la manzana).

Y así fue que los echaron, porque justo esa era la cláusula de rompimiento del contrato de “Uso del Paraíso”.

A partir de ahí, la reproducción fue otra cosa:
Por un lado, están las flores esperando, y por el otro las abejas zumbando; si zumban lo suficiente después la flor se convierte en semillita, se la pone a germinar y de ahí nace un bebé.

Algunos estudiosos creen que la leyenda del nacimiento a través de “repollos” está fundada en un conocimiento atávico de la humanidad, casi genético; acerca de que antes, muy antiguamente, se nacía de unos re-pollos, de un tamaño parecido al de los actuales humanos, pero con más plumas; esto querría decir que los primeros hombres (y parece que mujeres también) habríanse reproducido a través de huevos.

Aunque en la actualidad, científicamente hablando, está comprobado que la reproducción humana se produce a través del sistema ya explicado de las flores y las abejas.

Porque ya nadie cree en esos mitos de origen sobre la supuesta existencia de de unos seres llamados “cigüeñas”.

Andrés Sobico

(cuento de la serie “¡Qué sabe la ciencia!”, inédito)

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