Mariposas y Portaviones.

Sería un hecho que si se dejara caer la suficiente cantidad de polvo de ala de mariposa sobre la cubierta de un portaviones, este podría volar. Se dice que existió un experimento sin límite de costo, implementado por los norteamericanos en los años sesentas, en plena guerra fría, con el objetivo secreto de un eventual desembarco en Moscú de una flota de portaviones. Se construyó en el desierto de Mohave un gran domo traslúcido, del tamaño del estadio de Yankees de New York, para ser utilizado como gran criadero de mariposas del tipo emperador. (Se cree que hubo incluso un proyecto equivalente del otro lado de la cortina de hierro, implementado por los rusos, aunque usando otra especie de mariposa) El inmenso espacio fue acondicionado por la marina de los estados unidos como hábitat de dicha especie de mariposa; los expertos entomólogos del zoológico de San Diego y botánicos del parque natural Yellowstone que fueron convocados juraron secreto, lealtad y patriotismo, a cambio de cierta cantidad de dólares. El experimento fue un éxito. Pero fracasó el factor humano: todos y cada uno de los marines destinados a atrapar masivamente el producto, que luego se llevaría para espolvorear sobre los portaviones de la base de la Florida, al ingresar a ese espacio saturado de flores, mariposas, falsa brisa aterciopelada y suave luz, luego de un momento de confusión y éxtasis, se iban convirtiendo en hippies. Se desactivó toda la operación por el peligro que representaba: si se extendía el contagio el mundo podría haber caído en una inminente y ruinosa paz mundial.

3 comentarios:

Crisobi_Cris Sobico dijo...

The Mariposa Power, la plaga necesaria

Marcela Calderón dijo...

El texto es genial. El corolario: divain. La sola imagen de los marines convirtiéndose en hippies, arranca carcajadas. (Qué bueno que las musas deciden no abandonarte...jaja)

Horacio Clemente dijo...

La paz. ¿Cómo sería eso de vivir en paz? Sin guerrear no solamente con el país vecino, sino con el vecino, directamente, y hasta con los familiares. Es como imaginar a una gran ciudad, como Buenos Aires, por ejemplo, pero sin ningún medio de transportes. ¿Lo soportaríamos? Claro que la paz por ahora es un mal negocio. ¿Podría llegar un día en que todos los portaviones se hundan? No hay peligro, me parece.